El sistema límbico
El sistema límbico es un conjunto de estructuras del encéfalo con límites difusos que están especialmente conectadas entre sí y cuya función tiene que ver con la aparición de los estados emocionales o con aquello que puede entenderse por "instintos", si usamos este concepto en su sentido más amplio. El miedo, la felicidad o la rabia, así como todos los estados emocionales llenos de matices, tienen su principal base neurológica en esta red de neuronas.
Partes:
Hipotálamo
Una de las zonas del diencéfalo más involucradas en la regulación de las emociones, por su conexión con la glándula pituitaria y por lo tanto con el sistema endocrino y todas las partes del cuerpo en el que se liberan todo tipo de hormonas. Se ubica debajo del tálamo.
El hipotálamo es una de las estructuras cerebrales con un papel más importante en la regulación de los estados de ánimo, de la temperatura corporal, del sueño, de los impulsos sexuales y del hambre y la sed. Información sobre la luz y oscuridad.
Hipocampo
Se sitúa en la parte media del lóbulo temporal y se comunica con la corteza cerebral, el hipotálamo, el área septal, la amígdala gracias a sus múltiples conexiones. Su tarea más destacada es consolidar el aprendizaje y la memoria.
El hipocampo se encarga de introducir en nuestro almacén de memoria a largo plazo aquello que aprendemos. De hecho, cuando hay una lesión en esta estructura no eres capaz de aprender ninguna cosa nueva, quedando intactos tus recuerdos del pasado. Esto se denomina amnesia anterógrada. ¿Por qué no se alteran los recuerdos más antiguos? Pues porque se almacenan en otros lugares de la corteza cerebral, que, si no se lesionan, los recuerdos siguen estando allí. El hipocampo también se activa en la recuperación de recuerdos. De esa forma, cuando reconocemos algo, como un lugar o un camino se lo debemos, en parte, a esta estructura. De hecho, es esencial para nuestra orientación espacial y para identificar las pistas del entorno que son conocidas para nosotros.
Hemos visto que el tálamo está muy bien comunicado, pero su papel no es el de ser un simple puente de comunicación entre partes del cerebro relevantes. El tálamo en sí mismo es una estructura que juega un papel activo en el procesamiento de la información que le llega desde otras áreas.
1. Integración de los datos sensoriales
La función del tálamo más conocida y estudiada es la de ser una de las primeras paradas en el cerebro para la información que nos llega a través de los sentidos, con la excepción del olfato.
El tálamo procesa esta información sensorial, descarta las partes que no sean demasiado importantes y manda el resultado final hacia la corteza del cerebro, donde esta información seguirá siendo procesada.
2. El ciclo sueño-vigilia
El tálamo, al igual que su hermano menor el hipotálamo, interviene a la hora de regular el ritmo con el que la sensación de sueño va y viene. Esta función, además de ser fundamental para regular toda la actividad nerviosa en general, también está relacionada con la siguiente.
3. La atención y la consciencia
Recientes investigaciones indican que el tálamo podría tener un papel muy importante en la aparición de la consciencia y todo lo que está relacionado con ella; desde la capacidad de pensar en los propios pensamientos, hasta el uso del lenguaje, pasando por la capacidad de centrar la atención en informaciones concretas según los objetivos que se tengan en cada momento.
4. La regulación de las emociones
El tálamo no solo está conectado con circuitos que llevan información sensorial, sino que también interactúa con vías neuronales que participan directamente en la aparición de estados emocionales.
Amígdala
La amígdala es una estructura subcortical situado en la parte interna del lóbulo temporal medial. Este elemento posee conexiones con la gran mayoría del encéfalo, siendo un núcleo de especial relevancia que puede afectar al conjunto del sistema nervioso y en la funcionalidad del organismo.
Se trata de un elemento clave para la supervivencia, debido a que su principal función es integrar las emociones con los patrones de respuesta correspondientes a estas, provocando una respuesta a nivel fisiológico o la preparación de una respuesta conductual. Asimismo, se encarga de coordinar las áreas que notan la expresión somática de la emoción y la corteza cerebral encargada del sentimiento consciente, con lo que posee un papel de gran relevancia en la valoración del significado emocional de las experiencias.
La amígdala es, pues, el principal núcleo de control de las emociones y sentimientos en el cerebro, controlando asimismo las respuestas de satisfacción o miedo. Sus conexiones no solo producen una reacción emocional sino que debido a su vinculación con el lóbulo frontal también permite la inhibición de conductas.
Memoria
La memoria humana es una función del cerebro que permite al ser humano adquirir, almacenar y recuperar información sobre distintos tipos de conocimientos, habilidades y experiencias pasadas.
La memoria es una función del cerebro que permite al organismo codificar, almacenar y recuperar la información del pasado. Algunas teorías afirman que surge como resultado de las conexiones sinápticas repetitivas entre las neuronas, lo que crea redes neuronales (la llamada potenciación a largo plazo). Sin embargo, aunque este fenómeno se ha estudiado por más de 30 años en animales, todavía no hay suficientes estudios sobre su existencia en la corteza cerebral humana.
La memoria permite retener experiencias pasadas y, según el alcance temporal, se clasifica convencionalmente en: memoria a corto plazo (consecuencia de la simple excitación de la sinapsis para reforzarla o sensibilizarla transitoriamente), memori a mediano plazo y memoria a largo plazo (consecuencia de un reforzamiento permanente de la sinapsis gracias a la activación de ciertos genes y a la síntesis de las proteínas correspondientes).
El hipocampo es una estructura del cerebro relacionada con la memoria y aprendizaje. Un ejemplo que sustenta lo antes mencionado es la enfermedad de alzheimer que ataca las neuronas del hipocampo lo que causa que la persona vaya perdiendo memoria y ni siquiera recuerde en muchas ocasiones a sus familiares.
El hipocampo es una estructura del cerebro relacionada con la memoria y aprendizaje. Un ejemplo que sustenta lo antes mencionado es la enfermedad de alzheimer que ataca las neuronas del hipocampo lo que causa que la persona vaya perdiendo memoria y ni siquiera recuerde en muchas ocasiones a sus familiares.
Memoria a corto plazo
La memoria a corto plazo (MCP) se puede definir como el mecanismo de memoria que nos permite retener una cantidad limitada de información durante un periodo corto de tiempo. La memoria a corto plazo retiene temporalmente la información procesada, tanto si luego se desvanece, como si después pasa a la memoria a largo plazo. Así, la memoria a corto plazo tiene dos propiedades principales: una capacidad limitada y una duración finita.
Capacidad de la memoria a corto plazo: Si se te pide que recuerdes una serie de 10 dígitos, lo más probable es que recuerdes entre 5 y 9 números. Esto es porque la cantidad de información que puede retener la memoria a corto plazo es de 7 elementos con una variación de 2, por exceso o defecto. Naturalmente, la capacidad de la MCP es ligeramente variable, por lo que hay personas con una capacidad aún mayor o menor. También puede variar en función del material que se ha de recordar (se ve afectada por la longitud de las palabras, la relevancia emocional de los estímulos y otras diferencias individuales). Además, si se elabora o agrupa la información, la cantidad de elementos que podemos recordar aumenta. Por ejemplo, a la hora de recordar un número de teléfono, podemos agrupar los dígitos en parejas o tríos de dígitos.
Duración de la memoria a corto plazo: La cantidad de tiempo que podemos retener los dígitos o la información no es infinita. Nuestra memoria a corto plazo puede mantener la información hasta 30 segundos. No obstante, podemos ampliar el tiempo que permanece la información en nuestra MCP si la repetimos constantemente o la dotamos de significado (por ejemplo, identificar como el número pi el conjunto de dígitos “3 – 1 – 4 – 1 – 5 – 9...”).
La memoria a corto plazo actúa como una de las puertas de acceso a la memoria a largo plazo, o como un “almacén” que nos permite retener información que no necesitaremos en un futuro, pero que necesitamos en el momento. Esto implica que un daño en la MCP puede dificultar la adquisición de nuevos recuerdos en la memoria a largo plazo.
Si se daña exclusivamente la memoria a corto plazo, perderemos la capacidad de retener información durante el corto periodo de tiempo en el que trabaja
Memoria sensorial
Se denomina memoria sensorial a la habilidad de retener impresiones de información sensorial después de que el estímulo original haya cesado. Hace referencia a objetos detectados por los receptores sensoriales los cuales son retenidos temporalmente en los registros sensoriales que a su vez poseen una gran capacidad de almacenamiento de información precategorial, pero que solo son capaces de mantener imágenes precisas de información sensorial por espacio muy limitado. La memoria sensorial es un sistema o subtipo de memoria que a su vez está formada por otros dos subtipos:
Memoria Icónica: es el sistema de memoria encargado de registrar los estímulos visuales y tiene una capacidad de retención en torno a los 300 milisegundos.
Memoria Ecoica: es el sistema de memoria encargado de almacenar de manera temporal los estímulos auditivos cuando estos desaparecen y tiene una capacidad de retención mayor, en torno a los 10 segundos.
Los registros sensoriales contienen una elevada capacidad de almacenamiento de información, pero sólo son capaces de mantener imágenes precisas de información sensorial durante un tiempo muy limitado. De forma general, se han establecido dos tipos principales de memoria sensorial: la memoria icónica y la memoria ecoica. El primero resulta un componente del sistema de memoria visual. El segundo tipo de memoria sensorial trata de un componente de la memoria a corto plazo que se encarga de retener información auditiva.
La función principal de la memoria sensorial consiste en conservar la estimulación a pesar de que esta haya desaparecido. De esta manera, incrementan las posibilidades de poder procesar la información, especialmente en el caso de los estímulos de poca duración. En este sentido, la memoria sensorial actúa como un puente de información que permite incrementar la duración de la presentación de los estímulos. Si el cerebro sólo pudiera procesar la información mientras el estímulo está presente y puede ser registrado por los sentidos, mucho conocimiento se perdería por el camino.
El funcionamiento de la memoria sensorial puede ejemplificarse durante la conducción de un automóvil. Mientras una persona conduce un coche, puede percibir en la carretera múltiples señales que le indican las normas de circulación, indicaciones de cómo llegar al destino, etc.
Memoria a largo plazo
La memoria a largo plazo (MLP) se puede definir como el mecanismo cerebral que nos permite codificar y retener una cantidad prácticamente ilimitada de información durante un periodo largo de tiempo. Los recuerdos que almacenamos en la memoria a largo plazo pueden durar desde unos segundos hasta varios años.
Tipos de memorias
Memoria semántica
La memoria a largo plazo resulta un elemento clave para realizar nuestras tareas cotidianas sin errores y de forma autónoma. Este tipo de memoria hace referencia a la capacidad del cerebro para almacenar hechos, conocimientos o destrezas y recuperar más tarde esos recuerdos. La memoria a largo plazo es una capacidad muy amplia y compleja que implica una gran cantidad de estructuras cerebrales. Por esto mismo, es muy sensible al daño cerebral . Afortunadamente, la práctica y el entrenamiento cognitivo puede mejorar esta importante función cognitiva.
La memoria a largo plazo (MLP), también llamada memoria inactiva o memoria secundaria, es un tipo de memoria que almacena recuerdos por un plazo de tiempo mayor a seis meses, sin que se le presuponga límite alguno de capacidad o duración.Se diferencia estructural y funcionalmente de la memoria a corto plazo y de la memoria de trabajo, que cumple la función de almacenar algunos elementos durante un espacio de tiempo breve (entre 20 y 30 segundos, aproximadamente). Biológicamente, la memoria a corto plazo consiste en una potenciación temporal de las conexiones neuronales que puede llegar a convertirse en memoria a largo plazo mediante un proceso de repetición y asociación significativa.
Los mecanismos biológicos subyacentes a la memoria a largo plazo no están determinados, pero el proceso de potenciación a largo plazo , que conlleva un cambio físico en la estructura de las conexiones neuronales, ha sido propuesto como el mecanismo que con mayor probabilidad cumple la función de trasladar los recuerdos temporales al almacén de recuerdos a largo plazo.
Debido al hecho de que los recuerdos almacenados en la MLP son susceptibles de desvanecerse dentro del proceso natural del olvido, el mantenimiento de los recuerdos durante un periodo de tiempo prolongado depende del grado de profundidad con que se haya procesado la información, así como de las repetidas recuperaciones que se hagan periódicamente de los contenidos almacenados. Estas recuperaciones individuales pueden tener lugar en intervalos crecientes, de acuerdo con el principio de repetcición especilizada. Esto puede suceder de forma natural, o mediante las evocaciones deliberadas (también conocidas como "recapitulaciones"), dependiendo a menudo de la importancia percibida del material a recordar.
Tipos de memorias
Memoria semántica
La memoria semántica es aquella que contiene toda la información relativa a los conceptos gracias a los cuales comprendemos el mundo y a nosotros mismos. Es decir, es algo así como el almacén de conceptos acerca de todo lo que sabemos: el nombre de los países, las características de los mamíferos, la historia de la región en la que vivimos, etc.
La información que contiene la memoria semántica puede ser entendida como una pirámide de conceptos; algunos de ellos son muy generales y están compuestos por otros conceptos, los cuales a su vez están formados por otros, hasta llegar a unidades de información muy básica y poco significativa por ser demasiado específica.
Así pues, se trata de una capacidad mental que se expresa de forma consciente y muchas veces de manera voluntaria, por ejemplo, cuando necesitamos acceder a una información relevante para contestar correctamente a una pregunta de examen (algo que no ocurre con la memoria emocional o no en la misma medida).
Funciones de la memoria semántica
Todos los tipos de memoria tienen una importancia crucial y se complementan entre sí, pero el caso de la memoria semántica es especial ya que gracias a ella somos capaces de crear los conceptos necesarios para desarrollar el lenguaje y para llegar a ser capaces de pensar de manera abstracta.
Si la memoria no declarativa es útil a la hora de dirigir nuestro comportamiento a partir lo nuestros aprendizajes y la episódica permite entender el contexto concreto en el que vivimos y por qué situaciones específica hemos pasado, la semántica es la que genera todas esas ideas que necesitamos para construir creencias, expectativas, objetivos, etc.
Así, este tipo de memoria está muy vinculada a la capacidad para utilizar el lenguaje, que no es otra cosa que un sistema de símbolos con un significado abstracto no ligado a un lugar y momento determinados.
Memoria procedimental o implícita
La memoria procedimental es la parte de la memoria que participa en el recuerdo de las habilidades motoras y ejecutivas necesarias para realizar una tarea. Es un sistema ejecutivo que guía la actividad y suele funcionar a un nivel inconsciente. Cuando es necesario, los recuerdos procedimentales se recuperan automáticamente para ser utilizados en la ejecución de procedimientos integrados relacionados con habilidades motoras e intelectivas; desde anudarse los cordones de los zapatos hasta pilotar un avión. El acceso a estos recuerdos y su utilización se realiza sin la necesidad de una atención o control conscientes. La memoria procedimental es un tipo de memoria a largo plazo, y se considera una forma de memoria implícita. El desarrollo de estas capacidades memorísticas tiene lugar a través de un "aprendizaje procedimental", esto es, mediante la repetición sistemática de una actividad compleja hasta que se adquiere la capacidad de que todos los sistemas neuronales implicados en la ejecución de la tarea trabajen de forma conjunta y automática. El aprendizaje procedimental implícito es esencial para el desarrollo de cualquier tipo de habilidad motora o cognitiva.
Memoria declarativa
La memoria declarativa, también llamada memoria explícita, es la capacidad para traer a conciencia de forma voluntaria episodios o hechos de nuestra vida. Es gracias a ella podemos revivir experiencias que ocurrieron hace tiempo, reconocer caras de personajes famosos y ponerles nombre o incluso qué hemos comido a lo largo de la semana. Está asociada a la consciencia o, al menos, a la percepción consciente. Incluye el conocimiento objetivo de las personas, los lugares y las cosas y lo que ello significa. Por ejemplo, cuando se recuerda un viaje a Roma o un dato aprendido como “Madrid es la capital de España”. Los acontecimientos de la vida se almacenan de manera temporal y espacial.
Memoria KinestésicaCuando se procesa la información asociándola a las sensaciones y movimientos, al cuerpo, se está utilizando el sistema de representación kinestésico. Se utiliza este sistema de forma natural cuando se aprende un deporte, pero también para muchas otras actividades.
La memoria Episódica
-Sentido del tiempo subjetivo
- Conciencia de este tiempo subjetivo
-Un “sí mismo” que pueda viajar en el tiempo subjetivo.
Para comprender el funcionamiento de la memoria, Tulving lo explica mediante la metáfora del viaje del tiempo. Según esta metáfora, la memoria autobiográfica es una especie de máquina del tiempo que permite a la conciencia viajar hacia atrás y volver a visitar de forma voluntaria episodios pasados. Esta es una capacidad que requiere conciencia y, por lo tanto, se teoriza que es única a nuestra especie.
Memoria Espacial
La memoria espacial es la habilidad que nos permite orientarnos en el espacio que nos rodea. A diario empleamos nuestra memoria espacial para recordar el camino hacia casa, el colegio o para volver a donde hemos aparcado el coche.
La memoria espacial depende del correcto funcionamiento de una estructura cerebral denominada Hipocampo. Las lesiones del hipocampo alteran nuestra memoria provocando amnesia, pero también causan desorientación espacial, como se aprecia en personas afectadas por la enfermedad de Alzheimer o pacientes con epilepsia con foco hipocampal.
Hay diferentes variables que afectan a la memoria espacial:
– La edad: de forma natural esta habilidad decae con el paso de los años. Sin embargo, un estilo de vida saludable puede ayudarnos a mantener nuestro cerebro en forma.
– El género: los hombres presentan, en general, mejor memoria espacial que las mujeres. Las mujeres suelen utilizar un tipo de estrategias que puede dificultar la forma de orientarse.
– La práctica de actividad deportiva: los estudios llevados a cabo nos han permitido concluir que personas mayores que han estado realizando una actividad deportiva de tipo aeróbico tres horas semanales durante al menos un año poseen una mejor memoria espacial que aquellas personas sedentarias. Es más, las personas mayores deportistas no se diferencian de las personas más jóvenes en las puntuaciones obtenidas en nuestro test.
Las Emociones
Tipos de Emociones
1. Emociones primarias, básicas o innatas
Se trata de los tipos de emociones básicas o innatas que tenemos en respuesta a un estímulo, son comunes en todos los seres humanos y todas ellas constituyen procesos de adaptación. Estos tipos de emociones son 6: tristeza, felicidad, miedo, sorpresa, asco e ira, aunque recientemente hay un estudio que dice que son solo 4 las emociones primarias.
1.1. Tristeza
4. Emociones negativas
Las emociones negativas son opuestas a las emociones positivas, porque afectan negativamente al bienestar de las personas. También se conocen como emociones tóxicas, y suelen provocar el deseo de evitarlas o evadirlas. El miedo o la tristeza son algunos ejemplos.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que este tipo de emociones, en pequeñas cantidades y relativa baja intensidad, no son perjudiciales. De hecho, forman parte del proceso de aprendizaje, ya que gracias a ellas nuestra memoria emocional nos ayuda a recordar las consecuencias que tienen ciertas conductas (o exponernos a ciertos contextos).
5. Emociones ambiguas
Las emociones ambiguas se conocen también como emociones neutras, puesto que no provocan ni emociones negativas ni positivas, ni saludables ni no saludables. Por ejemplo, la sorpresa no nos hace sentir ni bien ni mal.
La existencia de estas emociones deja claro que somos animales complejos, y que nuestras experiencias presentan muchos matices.
6. Emociones estáticas
Algunos autores también han hecho referencia a las emociones estáticas. Son aquellas que se producen gracias a distintas manifestaciones artísticas, como, por ejemplo: la música o la pintura.
Así, al escuchar una canción podemos sentirnos muy felices o muy tristes, pero esa sensación sería cualitativamente diferente a la felicidad o la tristeza que se experimenta ante cualquier otra experiencia, ya que se vive en un contexto artístico, mediado por símbolos y atribuciones sobre las intenciones del autor.
7. Emociones sociales
De acuerdo con Tulving, la memoria episódica o autobiográfica consiste en aquella que permite a una persona recordar sucesos o experiencias personales pasadas. Permite a los seres humanos recordar las experiencias personales pasadas. Requiere tres elementos:
-Sentido del tiempo subjetivo
- Conciencia de este tiempo subjetivo
-Un “sí mismo” que pueda viajar en el tiempo subjetivo.
Para comprender el funcionamiento de la memoria, Tulving lo explica mediante la metáfora del viaje del tiempo. Según esta metáfora, la memoria autobiográfica es una especie de máquina del tiempo que permite a la conciencia viajar hacia atrás y volver a visitar de forma voluntaria episodios pasados. Esta es una capacidad que requiere conciencia y, por lo tanto, se teoriza que es única a nuestra especie.
Memoria Espacial
La memoria espacial depende del correcto funcionamiento de una estructura cerebral denominada Hipocampo. Las lesiones del hipocampo alteran nuestra memoria provocando amnesia, pero también causan desorientación espacial, como se aprecia en personas afectadas por la enfermedad de Alzheimer o pacientes con epilepsia con foco hipocampal.
Hay diferentes variables que afectan a la memoria espacial:
– La edad: de forma natural esta habilidad decae con el paso de los años. Sin embargo, un estilo de vida saludable puede ayudarnos a mantener nuestro cerebro en forma.
– El género: los hombres presentan, en general, mejor memoria espacial que las mujeres. Las mujeres suelen utilizar un tipo de estrategias que puede dificultar la forma de orientarse.
– La práctica de actividad deportiva: los estudios llevados a cabo nos han permitido concluir que personas mayores que han estado realizando una actividad deportiva de tipo aeróbico tres horas semanales durante al menos un año poseen una mejor memoria espacial que aquellas personas sedentarias. Es más, las personas mayores deportistas no se diferencian de las personas más jóvenes en las puntuaciones obtenidas en nuestro test.
Las Emociones
La R.A.E. define las emociones como “alteraciones de ánimo intensas y pasajeras, agradables o penosas que van acompañadas de cierta conmoción somática”. Asimismo, e independiente de la rama psicológica de la que partamos, estamos de acuerdo en que las emociones son experiencias que tenemos de forma consciente y que son un tanto breves en donde tenemos una actividad mental intensa y experimentamos placer o displacer.
Si bien hay muchas teorías sobre las emociones, actualmente también coincidimos en que los diferentes tipos de emociones surgen en el sistema límbico, esa red de neuronas en el cerebro que regulan nuestras respuestas fisiológicas a los estímulos, es decir, nuestro instinto. Allí se originan estos estados complejos a partir de tres elementos:
Fisiológicos: Se trata de la primera reacción física que tenemos frente a los estímulos de forma involuntaria, por ejemplo, cuando se nos acelera la respiración, se nos acelera el ritmo cardíaco, sudoración, cambios hormonales, etc.
Cognitivos: Este elemento procesa los tipos de emociones a nivel consciente e inconsciente como si fuera una especie de evaluación sobre los estímulos, por lo que ejerce influencia en nuestra experiencia subjetiva.
Conductuales: Este elemento es el que genera un cambio en nuestro comportamiento y expresa a partir de este cambio, por ejemplo, los gestos de la cara, las posturas que toma nuestro cuerpo, etc.
Tipos de Emociones
1. Emociones primarias, básicas o innatas
Se trata de los tipos de emociones básicas o innatas que tenemos en respuesta a un estímulo, son comunes en todos los seres humanos y todas ellas constituyen procesos de adaptación. Estos tipos de emociones son 6: tristeza, felicidad, miedo, sorpresa, asco e ira, aunque recientemente hay un estudio que dice que son solo 4 las emociones primarias.
1.1. Tristeza
La tristeza es un tipo de emoción negativa en la que hacemos un proceso de valoración sobre algo que ha sucedido; ese algo es la pérdida o el fracaso de algo que es importante para nosotros. Esta pérdida o fracaso puede ser real o probable y permanente o temporal.
Algo muy interesante de la tristeza como emoción es que podemos experimentarla también si es alguien importante para nosotros el que pasa por esa pérdida o fracaso. Además, la tristeza puede estar en nuestro presente como reflejo de recuerdos del pasado o anticipación de lo que creemos será el futuro.
1.2. Felicidad o alegría
La felicidad o alegría es una emoción innata positiva que experimentamos desde que nacemos y que a medida que crecemos se convierte en una gran fuente de motivación. Esta emoción es muy útil en los primeros años para fortalecer el vínculo entre los padres y el hijo, una base fundamental para nuestra supervivencia.
1.3. Miedo
El miedo es una de las emociones que más interés ha despertado en la investigación sobre las emociones humanas. Se trata de la emoción que experimentamos cuando estamos frente a lo que consideramos un peligro real y nuestro bienestar físico o mental se ve amenazado, por lo que nuestro cuerpo reacciona y nos prepara para enfrentarnos o huir de ese peligro.
Debes saber que no todas las personas vivimos el miedo de la misma manera y depende de cada una lo que consideramos peligro o amenaza para nosotras.
1.4. Sorpresa
La sorpresa es un tipo de emoción neutra, pues no tiene una connotación positiva ni negativa en sí misma. Es aquello que experimentamos cuando algo pasa de forma totalmente inesperada, es decir, cuando aparecen estímulos imprevistos.
Al ser un imprevisto, nuestro organismo siente que ha fracasado en su intento por predecir el mundo exterior, entonces intenta explicarse a sí mismo ese estímulo inesperado para determinar si es una oportunidad o si ese suceso es una amenaza.
1.5. Asco
El asco es la emoción que experimentamos cuando algo nos genera repugnancia, por lo que surge una tensión que busca evitar o rechazar ese estímulo. Es un mecanismo de defensa que tenemos para proteger nuestro cuerpo, de ahí que muchas veces las náuseas sean una de las respuestas.
1.6. Ira
Algo muy interesante de la tristeza como emoción es que podemos experimentarla también si es alguien importante para nosotros el que pasa por esa pérdida o fracaso. Además, la tristeza puede estar en nuestro presente como reflejo de recuerdos del pasado o anticipación de lo que creemos será el futuro.
1.2. Felicidad o alegría
La felicidad o alegría es una emoción innata positiva que experimentamos desde que nacemos y que a medida que crecemos se convierte en una gran fuente de motivación. Esta emoción es muy útil en los primeros años para fortalecer el vínculo entre los padres y el hijo, una base fundamental para nuestra supervivencia.
1.3. Miedo
El miedo es una de las emociones que más interés ha despertado en la investigación sobre las emociones humanas. Se trata de la emoción que experimentamos cuando estamos frente a lo que consideramos un peligro real y nuestro bienestar físico o mental se ve amenazado, por lo que nuestro cuerpo reacciona y nos prepara para enfrentarnos o huir de ese peligro.
Debes saber que no todas las personas vivimos el miedo de la misma manera y depende de cada una lo que consideramos peligro o amenaza para nosotras.
1.4. Sorpresa
La sorpresa es un tipo de emoción neutra, pues no tiene una connotación positiva ni negativa en sí misma. Es aquello que experimentamos cuando algo pasa de forma totalmente inesperada, es decir, cuando aparecen estímulos imprevistos.
Al ser un imprevisto, nuestro organismo siente que ha fracasado en su intento por predecir el mundo exterior, entonces intenta explicarse a sí mismo ese estímulo inesperado para determinar si es una oportunidad o si ese suceso es una amenaza.
1.5. Asco
El asco es la emoción que experimentamos cuando algo nos genera repugnancia, por lo que surge una tensión que busca evitar o rechazar ese estímulo. Es un mecanismo de defensa que tenemos para proteger nuestro cuerpo, de ahí que muchas veces las náuseas sean una de las respuestas.
1.6. Ira
La última de los tipos de emociones básicas es la ira y surge como mecanismo de autoprotección cuando nos sentimos ofendidos por otras personas, maltratados o cuando vemos que una persona importante para nosotros es a la que ofenden, generando un estado afectivo de indignación, cólera, frustración y rabia.
1. Emociones primarias o básicas
2. Emociones secundarias
Las emociones secundarias son un grupo de emociones que siguen a las anteriores. Por ejemplo, cuando experimentamos la emoción básica de miedo después podemos sentir las emociones secundarias de amenaza o enfado, dependiendo, claro está, de la situación que estemos viviendo. Las emociones secundarias son causadas por normas sociales y por normas morales.
3. Emociones positivas
1. Emociones primarias o básicas
Las emociones primarias también se conocen como emociones básicas, y son las emociones que experimentamos en respuesta a un estímulo. Para Paul Ekman, las afirmó que las emociones básicas son 6: tristeza, felicidad, sorpresa, asco, miedo e ira. Todas ellas constituyen procesos de adaptación y, en teoría, existen en todos los seres humanos, independientemente de la cultura en la que se hayan desarrollado.
Sin embargo, recientemente, una investigación llevada a cabo por la Universidad de Glasgow, que se publicó Curren Biology, concluye que no son seis las emociones básicas, sino que son cuatro.
Las emociones secundarias son un grupo de emociones que siguen a las anteriores. Por ejemplo, cuando experimentamos la emoción básica de miedo después podemos sentir las emociones secundarias de amenaza o enfado, dependiendo, claro está, de la situación que estemos viviendo. Las emociones secundarias son causadas por normas sociales y por normas morales.
3. Emociones positivas
Dependiendo del grado en que las emociones afectan al comportamiento del sujeto, éstas pueden ser o bien positiva o bien negativas. Las emociones positivas también se conocen como emociones saludables, porque afectan positivamente al bienestar del individuo que las siente. Favorecen la manera a de pensar, de razonar y de actuar de las personas. Por ejemplo, la alegría, la satisfacción, la gratitud no provocan una actitud positiva frente a la vida y nos hacen sentir experiencias que nos ayudan a sentirnos bien.
Las emociones negativas son opuestas a las emociones positivas, porque afectan negativamente al bienestar de las personas. También se conocen como emociones tóxicas, y suelen provocar el deseo de evitarlas o evadirlas. El miedo o la tristeza son algunos ejemplos.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que este tipo de emociones, en pequeñas cantidades y relativa baja intensidad, no son perjudiciales. De hecho, forman parte del proceso de aprendizaje, ya que gracias a ellas nuestra memoria emocional nos ayuda a recordar las consecuencias que tienen ciertas conductas (o exponernos a ciertos contextos).
5. Emociones ambiguas
Las emociones ambiguas se conocen también como emociones neutras, puesto que no provocan ni emociones negativas ni positivas, ni saludables ni no saludables. Por ejemplo, la sorpresa no nos hace sentir ni bien ni mal.
La existencia de estas emociones deja claro que somos animales complejos, y que nuestras experiencias presentan muchos matices.
6. Emociones estáticas
Algunos autores también han hecho referencia a las emociones estáticas. Son aquellas que se producen gracias a distintas manifestaciones artísticas, como, por ejemplo: la música o la pintura.
Así, al escuchar una canción podemos sentirnos muy felices o muy tristes, pero esa sensación sería cualitativamente diferente a la felicidad o la tristeza que se experimenta ante cualquier otra experiencia, ya que se vive en un contexto artístico, mediado por símbolos y atribuciones sobre las intenciones del autor.
7. Emociones sociales
Las emociones sociales no se refieren a las emociones culturalmente aprendidas, sino que es necesario que haya otra persona presente o de lo contrario no pueden aflorar. Por ejemplo, la venganza, la gratitud, el orgullo o la admiración, son emociones que sentimos respecto a otros individuos.
8. Emociones instrumentales
Aristóteles
El desafío de Aristóteles:
“Cualquiera puede ponerse furioso
eso es fácil.
Pero ponerse furioso
con la persona correcta,
en la intensidad correcta,
en el momento correcto,
por el motivo correcto y
de la forma correcta
Eso no es fácil”
Salovey y Mayer
Según Mayer y Salovey (1997) “la inteligencia emocional incluye la habilidad para percibir con precisión, valorar y expresar emoción; la habilidad de acceder y/o generar sentimientos cuando facilitan pensamientos; la habilidad de comprender la emoción y el conocimiento emocional; y la habilidad para regular las emociones para promover crecimiento emocional e intelectual”. La inteligencia emocional se refiere a un “pensador con un corazón” (“a thinker with a heart”) que percibe, comprende y maneja relaciones sociales.
Una de las formulaciones que se toman como referencia es la siguiente (Mayer, Salovey y Caruso, 2000; Mayer y Salovey, 1997, 2007). La inteligencia emocional se estructura como un modelo de cuatro ramas interrelacionadas:
1.Percepción emocional.
Las emociones son percibidas, identificadas, valoradas y expresadas. Se refiere a sí mismo, en otros, a través del lenguaje, conducta, en obras de arte, música, etc. Incluye la capacidad para expresar las emociones adecuadamente. También la capacidad de discriminar entre expresiones precisas e imprecisas, honestas o deshonestas.
2. Facilitación Emocional del Pensamiento
Las emociones sentidas entran en el sistema cognitivo como señales que influencian la cognición (integración emoción y cognición). Las emociones priorizan el pensamiento y dirigen la atención a la información importante. El estado de humor cambia la perspectiva del individuo, desde el optimismo al pesimismo, favoreciendo la consideración de múltiples puntos de vista. Los estados emocionales facilitan el afrontamiento. Por ejemplo, el bienestar facilita la creatividad.
3.Comprensión emocional.
Comprender y analizar las emociones empleando el conocimiento emocional. Las señales emocionales en las relaciones interpersonales son comprendidas, lo cual tiene implicaciones para la misma relación. Capacidad para etiquetar emociones, reconocer las relaciones entre las palabras y las emociones. Se consideran las implicaciones de las emociones, desde el sentimiento a su significado; esto significa comprender y razonar sobre las emociones para interpretarlas. Por ejemplo, que la tristeza se debe a una pérdida. Habilidad para comprender sentimientos complejos; por ejemplo, el amor y odio simultáneo hacia una persona querida (pareja, hijos) durante un conflicto. Habilidad para reconocer las transiciones entre emociones; por ejemplo, de frustración a ira, de amor a odio.
4.Regulación Emocional
Regulación reflexiva de las emociones para promover el conocimiento emocional e intelectual. Los pensamientos promueven el crecimiento emocional, intelectual y personal para hacer posible la gestión de las emociones en las situaciones de la vida. Habilidad para distanciarse de una emoción. Habilidad para regular las emociones en uno mismo y en otros. Capacidad para mitigar las emociones negativas y potenciar las positivas, sin reprimir o exagerar la información que transmiten.
Daniel Goleman
8. Emociones instrumentales
Las emociones instrumentales son aquellas que tienen como fin u objetivo la manipulación o el propósito de lograr algo. Son complicadas de reconocer porque puede parecer que sean naturales. Sin embargo, son emociones forzadas y esconden una intención. En ocasiones, son fruto de la auto-sugestión: someterse a ciertos contextos voluntariamente para hacer que una parte de esa emoción tiña nuestra forma de comportarnos.
Evolución de la Inteligencia Emocional
Aristóteles
El desafío de Aristóteles:
“Cualquiera puede ponerse furioso
eso es fácil.
Pero ponerse furioso
con la persona correcta,
en la intensidad correcta,
en el momento correcto,
por el motivo correcto y
de la forma correcta
Eso no es fácil”
Salovey y Mayer
Según la versión original de Salovey y Mayer (1990), la inteligencia emocional consiste en la habilidad para manejar los sentimientos y emociones, discriminar entre ellos y utilizar estos conocimientos para dirigir los propios pensamientos y acciones.
Una de las formulaciones que se toman como referencia es la siguiente (Mayer, Salovey y Caruso, 2000; Mayer y Salovey, 1997, 2007). La inteligencia emocional se estructura como un modelo de cuatro ramas interrelacionadas:
1.Percepción emocional.
Las emociones son percibidas, identificadas, valoradas y expresadas. Se refiere a sí mismo, en otros, a través del lenguaje, conducta, en obras de arte, música, etc. Incluye la capacidad para expresar las emociones adecuadamente. También la capacidad de discriminar entre expresiones precisas e imprecisas, honestas o deshonestas.
2. Facilitación Emocional del Pensamiento
Las emociones sentidas entran en el sistema cognitivo como señales que influencian la cognición (integración emoción y cognición). Las emociones priorizan el pensamiento y dirigen la atención a la información importante. El estado de humor cambia la perspectiva del individuo, desde el optimismo al pesimismo, favoreciendo la consideración de múltiples puntos de vista. Los estados emocionales facilitan el afrontamiento. Por ejemplo, el bienestar facilita la creatividad.
3.Comprensión emocional.
Comprender y analizar las emociones empleando el conocimiento emocional. Las señales emocionales en las relaciones interpersonales son comprendidas, lo cual tiene implicaciones para la misma relación. Capacidad para etiquetar emociones, reconocer las relaciones entre las palabras y las emociones. Se consideran las implicaciones de las emociones, desde el sentimiento a su significado; esto significa comprender y razonar sobre las emociones para interpretarlas. Por ejemplo, que la tristeza se debe a una pérdida. Habilidad para comprender sentimientos complejos; por ejemplo, el amor y odio simultáneo hacia una persona querida (pareja, hijos) durante un conflicto. Habilidad para reconocer las transiciones entre emociones; por ejemplo, de frustración a ira, de amor a odio.
4.Regulación Emocional
Regulación reflexiva de las emociones para promover el conocimiento emocional e intelectual. Los pensamientos promueven el crecimiento emocional, intelectual y personal para hacer posible la gestión de las emociones en las situaciones de la vida. Habilidad para distanciarse de una emoción. Habilidad para regular las emociones en uno mismo y en otros. Capacidad para mitigar las emociones negativas y potenciar las positivas, sin reprimir o exagerar la información que transmiten.
Daniel Goleman
La teoría de la inteligencia emocional de Daniel Goleman afirma que se requiere algo más allá del intelecto para que nos "vaya bien en la vida" y que la Inteligencia Emocional es la clave del éxito personal.
Para medir todas estas capacidades que hemos ido mencionando, fue necesaria la creación de una escala o test para descubrir nuestro nivel de Inteligencia Emocional. Unas altas capacidades emocionales se pueden ver reflejadas en diferentes ámbitos de nuestro día a día, ya sea en la familia, las relaciones amorosas e incluso podemos valorar la Inteligencia Emocional en el trabajo.
El Test de Inteligencia Emocional de Goleman se basa en comprobar nuestro nivel actual (recordemos que es una capacidad que puede oscilar) en relación con puntuaciones de toda la población. Consta de 68 preguntas o ítems que debemos responder con total sinceridad. Se puede pasar tanto a adultos como a niños y las preguntas son sencillas de comprender.
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